En el Aula Magna de la UC Temuco se desarrolló el segundo seminario “Desafíos de la Iglesia Católica: Acompañamiento a familias de personas en situación de discapacidad”.
Con la participación del Gran Canciller de nuestra Universidad y obispo de Temuco Monseñor Héctor Vargas, la Universidad Católica de Temuco abrió un espacio de aprendizaje y discusión sobre el tratamiento de esta temática, respetando su compromiso con la inclusión y la integración de la totalidad de sus estudiantes a sus procesos formativos.
“El trabajar en este ámbito requiere una doble atención, la conciencia de la educabilidad en la Fe de la persona con discapacidad, incluso graves y gravísimas, y la voluntad de considerarla como sujeto activo en la comunidad en la que vive. Estas hermanas y hermanos no sólo son capaces de vivir una genuina experiencia de encuentro con Cristo, sino que son también capaces de testimoniar en los demás”, expresó el Gran Canciller.
En la jornada participaron el Colegio Santa Cruz, el Instituto Claret, el Liceo Técnico Femenino Santa Cruz Ñielol, la Escuela Especial Claret, la Escuela N° 3 de Boroa, el Liceo Guacolda de Cholchol y la Escuela Particular N° 2 de Lonquimay.
Brunilda Troncoso, la directora del colegio Santa Cruz de Temuco, ahondó en la importancia de dialogar sobre este tema. “Sin duda, lo que presenta mayor dificultad es convencer a la comunidad, partiendo por los educadores, convencerlos de que se puede. ¿Que requiere mayor trabajo? Claro que sí, pero el resultado produce una satisfacción que genera una fuerza y alegría en el alma que se convierte en un motor para continuar y proseguir venciendo barreras para lograr que nuestros estudiantes logren desarrollar sus potencialidades”, dijo ante la comunidad escolar presente.
En el momento formativo del seminario participó la profesora María Verónica Cajal, miembro de la Asociación Delegación Córdoba de la Asociación Nacional de Padres de Personas con Sordoceguera y Discapacidad Múltiple de Argentina. La profesional recomendó al profesorado ser repetuosos y cuidadosos con el trato con las familias, “asincerarnos y conectarnos con nosotros mismos, para luego conectar con la persona y no con la discapacidad que tiene, poder no prejuzgar, no dar todo por sentado y permitirse conocerse mutuamente para empezar a construir un espacio de diálogo”.
Dirección de Comunicación y Marketing
Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales