Acercar el arte a la comunidad y generar un ecosistema cultural musical, es el objetivo de estas instancias donde la información y la música se reúnen para el deleite de las y los asistentes.
“Conversaciones sobre Children’s Corner de Claude Debussy. Exposición e interpretación en vivo de la obra”, se denominó la actividad que congregó a los amantes del piano en un entorno de carácter informativo y musical, dirigido por el pianista y psicólogo Juan Gonzalo Pinto Aller.
Para Fernando Sandoval, director de la Academia de Artes Musicales, esta iniciativa se enmarca en las actividades del programa de extensión de la Academia, donde se realizan charlas, conciertos, clases magistrales, entre otros, «en esta ocasión, y de una manera muy novedosa, se unen dos formatos para presenciar una charla sobre la obra Children’s Corner (El rincón de los niños) del compositor francés, Claude Debussy y, además, tendremos la oportunidad de escuchar las piezas musicales de la mano del pianista Juan Pinto, quien ya nos ha acompañado en otras iniciativas realizadas en este espacio”, dijo Sandoval.
El director comenta que el pianista “llegó con esta propuesta a la Academia, una idea que se acomoda a la intención de abrir el espacio musical a la comunidad, generando un ecosistema cultural musical que permita presenciar este tipo de actividades, justo en el año en que le hemos dado un mayor realce al piano como instrumento”.
La innovación en la propuesta es una invitación a entender el contexto en el que Debussy compone la obra. Así lo señala el pianista, quien rescata al autor con estas composiciones que han sido dedicadas a su pequeña hija Claude-Emma, quien tenía 3 años al momento de la creación musical. “Toda la obra gira en torno al mundo de los juguetes de la hija y de los primeros aprendizajes musicales de ella. Se trata de una tremenda historia previa a la composición que hizo Debussy”, destaca Pinto, añadiendo que “ Children’s Corner es una obra compuesta por 6 piezas: Doctor Gradus ad Parnassum, La canción de cuna de Jimbo, Serenata para la muñeca, La nieve baila, El partorcito, finalizando con Golliwogg’s cake walk; donde cada una de las piezas cuenta una particular historia sumida en el impresionismo de la época”.
El público agradeció este nuevo formato que permitió disfrutar de la música después de escuchar el contexto en el que la obra se realiza, datos que otorgan un mayor sentido al artista y el alrededor de su íntimo trabajo creativo.
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