Temas que van desde la ya conocida brecha salarial hasta las diferencias de oportunidades para el desarrollo profesional entre hombres y mujeres fueron analizados por investigadores y profesionales de la región.
En el marco del Proyecto “Grupo Interdisciplinario de Estudios de Género” que cuenta con distintas líneas de investigación, se realizó el conversatorio denominado “Mujeres en Instituciones de Educación Superior, Brechas y Desafíos” del que participaron autoridades universitarias, profesionales del sector público, privado y estudiantes.
María Cecilia Fernández, investigadora de la UC Temuco y coordinadora de la actividad, comentó que “de momento a nosotros nos interesa promover la discusión, la reflexión y compartir experiencias. Nuestro propósito es abrir un espacio de debate”.
Las principales temáticas abordadas en este conversatorio tuvieron relación con datos públicos referentes a las brechas que existen entre hombres y mujeres en instituciones de educación superior, como también temas de alta contingencia nacional como la brecha salarial, la segregación de género y el acoso sexual, entre otros.
Nicolás Schiappaccase, vicerrector de Investigación y Posgrado comentó que “es un tema de actualidad que es muy necesario abordar, pero desde una mirada muy objetiva, porque el concepto de igualdad de género es un tanto peligroso. Queremos mantener la diversidad, pero lo que queremos realmente es igualdad de oportunidades, ésa es efectivamente la aspiración que queremos alcanzar y estas investigaciones nos permiten determinar y establecer qué tan lejos estamos de esa meta. Investigaciones como ésta apoyan, respaldan y contribuyen a una mejor gestión, a un mejor entendimiento a nivel de comunidad y este proyecto aporta a la región porque se constituye en un referente y en un modelo para estudios similares” puntualizó Schiapaccase.
Magali Cabrolié, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y una de las profesionales del panel central, planteó diversas inquietudes y análisis, destacando su mirada en la naturalización. “Hay una serie de situaciones que como sociedad naturalizamos, que las consideramos normales, que creemos que así es porque siempre ha sido de esa forma, “es natural, normal, que si la mujer tiene hijos se quede en la casa”, eso es lo que como sociedad se espera, que se quede en la casa cuidando a los niños porque, bueno, los niños necesitan siempre a la mamá al lado, entonces eso, replicado por una cantidad importante de situaciones, hace que cuando naturalizamos, también restamos esas posibilidades de acceso a las mismas oportunidades, entonces ese también es un proceso que opera en el ámbito de lo simbólico y ahí es donde es más difícil trabajar, cambiar y transformar estos patrones que operan muy en el inconsciente colectivo, muy en el imaginario. Ahí creo que las políticas públicas y organismos como el Sernam por ejemplo, tendrían tal vez que ponernos a todos como sociedad, el desafío de cómo hacemos estos cambios a nivel de una estructura que no es material sino que es simbólica.
En tanto, Camilo Aedo, profesional de Sernam, diagnosticó una primera brecha en la identidad de género en el caso de la academia. “Hay una relación inversamente proporcional entre el avance de la carrera académica de las mujeres y su permanencia como investigadoras o como directivas”. Consideró como una segunda brecha el hecho que las mujeres alcanzan en menor medida puestos directivos o de liderazgo en universidades. Como tercera brecha, diagnosticó la sub representación en áreas Stem (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) relacionándolo con estereotipos y falta de sentido para que las niñas se acerquen a estas áreas desde la primera infancia y como cuarta brecha, relacionada con el acoso sexual y/o discriminación. En este caso, de acuerdo al estudio de Conicyt las directivas son las que más han vivido discriminación (54%).
Aedo expresó que “la tendencia de nuestro diseño institucional es a invisibilizar la diferencia, a negar a los actores con menos poder, a callar las demandas que no pueden ser instrumentalizadas, entonces es un trabajo difícil pero en ningún caso imposible de realizar. Por lo pronto, en las plataformas políticas de nuestros gobiernos este tema de las brechas en las universidades no ha sido un tema prioritario pero creo que es más bien porque no han comprendido el valor que tiene la participación de las mujeres en la producción científica, ni logran ver lo que eso puede significar, para la propia sociedad o para la profundización de la democracia” finalizó el profesional.
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