Como ya es tradición, cada año la Vice Gran Cancillería invita a la comunidad universitaria a reunirse y reflexionar sobre el ser y quehacer institucional. Este año, en el marco de nuestro 60º aniversario, la reflexión fue en torno al camino recorrido y sobre nuestro rol como Universidad Católica
Bajo el principio institucional de “Vocación, Servicio, Equidad” se realizó este año la Jornada Sello “Comunidad que se Vive” que reunió a académicos, funcionarios administrativos, profesionales, técnicos, estudiantes y directivos universitarios quienes reflexionaron sobre el rol que la Universidad Católica de Temuco ha tenido durante sus 60 años de vida.
La actividad, organizada por la Vice Gran Cancillería, fue una instancia de encuentro para la comunidad en la que, además, se reflexionó sobre el rol de servicio al territorio que tiene la institución.
La jornada contó con la participación de Benito Baranda y Lorena Cornejo quienes compartieron su experiencia de vida al servicio de las personas. Para Benito Baranda, participar de esta jornada fue una oportunidad para reconocer el trabajo que la UC Temuco realiza hacia la región y su gente. “La Universidad Católica de Temuco es una institución que, por lo que conozco su trabajo, es una institución al servicio de su comunidad”, comentó.
“Ha sido muy enriquecedor contar con el testimonio de Benito y su señora Lorena, quienes nos han compartido su historia de vida y cómo ésta se ha convertido en una pedagogía de vida que permite hacer realidad, de una manera muy impresionante, muchas de las exigencias del evangelio de una manera muy concreta. Ellos han enfrentado diversas situaciones de servicio y vocación para una sociedad más justa y más equitativa, desde una apertura de corazón muy grande. Yo creo que este testimonio enriquece inmensamente la reflexión de nuestra comunidad universitaria; que nos desafía, pero que también nos llena de esperanza y que nos enorgullece. Doy gracias a Dios por formar parte de una comunidad que está llamada a jugársela en principios y valores que nacen del corazón del Evangelio y es lo que la región, la sociedad y nuestros jóvenes necesitan” comentó el Gran Canciller de la UC Temuco, Monseñor Héctor Vargas.
Por su parte, el rector, Dr. Aliro Bórquez señaló que “el testimonio que nos dieron Lorena y Benito es algo que nos tiene que hacer reflexionar a nosotros como Universidad Católica de Temuco respecto a la misión que tenemos en esta región y yo creo que no hay otra respuesta que es prestar un servicio a una comunidad externa donde reconocemos todas las carencias que vive nuestra región y nosotros estamos llamados a prestar ese servicio. Es una oportunidad para reflexionar sobre nuestro quehacer, sobre cómo mantenemos nuestra identidad, qué significa ser Universidad Católica en este territorio. Así como lo pensaron nuestros fundadores, como una institución de servicio a la comunidad”.
Trabajo en Grupo
La jornada incluyó un trabajo de reflexión grupal, donde los participantes, desde sus diferentes ámbitos de acción, dieron cuenta de los aportes que la Universidad realiza al servicio de la comunidad regional y nacional siendo compartidas las conclusiones en un panel que dio término a la Jornada de Sello 2019.
«La jornada sello nos deja que debemos aprender a mirar a todos como iguales y despojarnos de lo que nos hace «diferentes», esa es la meta. Para hacer comunidad y entender que comunidad somos todos. Benito Baranda y su esposa nos dejaron una gran lección y tarea y mi percepción de esta casa de estudios es que va encaminada hacia ese objetivo», dijo Karin Peña, secretaria decanato Facultad de Ciencias de la Salud.
Bárbara López, secretaria ejecutiva de los proyectos UCT1795 de interculturalidad y pueblo mapuche y UCT1799 sobre fortalecimiento de la docencia comentó «me gustaría relevar esta Jornada como una instancia que año a año nos permite reforzar nuestro sello identitario y vincularlo con nuestro quehacer institucional; además de fortalecer lazos y la vida en comunidad de la UC Temuco. Creo que nos permite, al finalizar la actividad, retornar a nuestras labores con más convicción y entusiasmo, puesto que la reflexión es tan importante como la acción para llevar a cabo un proyecto educativo basado en el compromiso regional, la vocación comunitaria y el servicio a los demás».
Para Christian Covarrubias estudiante de intercambio de la Universidad Autónoma Metropolitana de México quien cursa estudios en la carrera de agronomía de nuestra Universidad, “participar de esta jornada significó conocer una experiencia diferente a México donde todo es muy laico, y aquí pude ver como desde la religión, se busca dar un mensaje de altruismo y servicio que se vio ejemplificado con la experiencia que compartieron Benito y Lorena. La actividad en equipo fue muy fructífera para que las personas se conozcan y a la vez, fortalecer las relaciones internas y puedan proponerse acciones con mayor integración entre toda la comunidad”, concluyó.
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