Ximena Navarro, arqueóloga de la UC Temuco, forma parte del equipo transdisciplinario de investigación del sitio Pilauco en la región de Los Lagos que acaba dar a conocer los resultados de un extraordinario descubrimiento. Esta investigación se inició en el 2007 con aportes de la Ilustre Municipalidad de Osorno, de la Universidad Austral de Chile y del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, estando presente nuestra Universidad Católica de Temuco como institución asociada desde sus inicios.
En 2007, el Prof. Richard Firestone y sus colaboradores, publicaron un artículo científico en el que proponían una nueva hipótesis referida a cambios biológicos, climáticos y culturales en la Tierra, denominada “hipótesis de la base del Younger Dryas”. Estos científicos postularon que hace 12.800 años un asteroide chocó con la tierra, originando incendios globales y el depósito de varios indicadores extraterrestres. Posteriormente, se demostró que la edad de 12.800 originaba un dato sincrónico en más de 50 sitios. Esta datación de 12.800 años coincide en Estados Unidos con la desaparición de la cultura Clovis y con la extinción de la mayor parte de la megafauna en el hemisferio norte.
Doce años después, un equipo interdisciplinario de investigadores chilenos y estadounidenses presentan en la revista Scientific Reports de los editores de Nature, evidencias de este impacto en el sitio Pilauco ubicado a 6.000 kms. al sur del registro más austral conocido de este impacto. El artículo titulado «Registro sedimentario en Patagonia, sur de Chile, apoya el impacto cósmico que desencadenó la quema de biomasa, el cambio climático y las extinciones de megafauna hace 12.800 años» da cuenta de este importante descubrimiento.
«Lo que ha hecho interesante Pilauco es haberse abierto a la comunidad, estar presente como una educación patrimonial, entender que son sitios importantes que generan un cambio. Observando hace unos años la estratigrafía con un GPR (Ground Penetrating Radar o “Radar de penetración terrenal”) que se puso para ver si habían más elementos no visibles dentro del sitio, se dio cuenta el geólogo Mario Pino que había algo que estaba entorpeciendo la visión del radar. Analizaron la estratigrafía nuevamente y en esta capa observaron espirulitas, materiales extraterrestres, y después del análisis geológico comparado con análisis practicados en Estados Unidos, pudieron realmente corroborar que se trataba de los restos que deja un impacto de estas dimensiones”, explicó.
El registro reconocido en Pilauco demuestra que una de sus capas estratigráficas superiores está constituida por materiales extraterrestres que fueron depositados en Pilauco hace 12.800 años, al final de la última glaciación en el Pleistoceno, lo que habría originado incendios que cubrieron 50 millones de km2. Este impacto estaría relacionado con la extinción de la megafauna, causando la desaparición de la vegetación presente en el Pleistoceno y un cambio climático global que también habría tenido consecuencias en el modo de vida de los primeros colonos americanos presentes en la zona.
Así el sitio Pilauco situado en plena ciudad de Osorno suma a sus registros de megafauna del Pleistoceno y de materiales culturales de 14.500 años AP (no calib), un componente astrofísico. A diferencia de todos los otros lugares antes investigados, el nivel de 12.800 años en este sitio está claramente definido geológicamente por una discontinuidad geológica y cambios profundos en la cantidad de carbón, en la composición vegetacional inferida de polen, semillas y cutículas, y en la concentración de hongos de estiércol de megaherbívoros.
La colaboración con investigadores estadounidenses – explica la Dra. Navarro – comenzó en julio de 2015, y los análisis geoquímicos fueron llevados a cabo gracias a aportes donados por James Marvin y 110 donantes de la financiación colaborativa Indiegogo y una Beca de Investigación del Senado Académico de la Universidad de California en Santa Bárbara (adjudicada por el investigador James Kennett).
En el plano académico, Ximena Navarro considera que es necesario seguir abriendo espacios de estudios interdisciplinarios y arqueológicos en la zona centro sur de Chile. En este sentido, también lo plantea como un desafío para los futuros profesionales de la carrera de Arqueología, la que cumple cinco años. “Lo que ha hecho interesante Pilauco es haberse abierto a la comunidad, estar presente como una forma de educación patrimonial, entender que son sitios importantes que generan un cambio no solo en la comunidad científica sino en las comunidades humanas cercanas. Las investigaciones continuas geológicas, paleontológicas y arqueológicas han producido un cambio estructural en el Parque Chuyaca, ubicado en la ciudad de Osorno y a unas pocas cuadras del sitio. En ese parque hay ahora reproducciones de la fauna pleistocena a tamaño real y recientemente se inauguró el Museo del lugar donde se exhiben las muestras paleontológicas y culturales recuperadas en las excavaciones del sitio. Aquí hace falta en Temuco que la gente se motive, aprenda a querer su patrimonio, pero que no se entienda sólo a éste como la casa antigua de un colono, sino que se abra a un entendimiento mucho más complejo que nos acerque a entender las distintas poblaciones humanas que han llegado a habitar esta región de La Araucanía”, opinó Ximena Navarro.
Cabe destacar que el equipo de investigación productor del artículo está constituido por los investigadores chilenos Mario Pino, Ana María Abarzúa, Giselle Astorga, Alejandra Martel-Cea, Nathalie Cossio, Ximena Navarro, María Paz Lira y Rafael Labarca, todos afiliados al Núcleo de Investigación TAQUACh (Transdisciplinary Center for Quaternary Research) y al Laboratorio Natural Pilauco de la Universidad Austral de Chile. La Dra. Navarro es, además, investigadora de la U. Católica de Temuco.
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