El obispo emérito, conocido por una marcada vocación de defensa por los Derechos Humanos, impulsó la reconstrucción de la Catedral de Temuco, contribuyó a darle autonomía a la Universidad Católica de Temuco y recibió al Papa Juan Pablo II en la región, entre otros acontecimientos.
El pasado fin de semana, la Universidad Católica de Temuco perdió un importante pilar, protagonista de los orígenes de la misma: Monseñor Sergio Contreras Navia, Obispo Emérito de la Diócesis San José de Temuco, falleció la tarde del sábado 5 de enero.
Los hitos que Monseñor Contreras protagonizó en su vida y obra, quien hizo carne su lema episcopal «No he venido a ser servido, sino a servir» marcaron tanto a la Iglesia como a nuestra Universidad, a la sociedad en su conjunto y a todos quienes despidieron a este personaje histórico de nuestro país en una Misa de Exequias que se desarrolló en la Catedral de Temuco la mañana de este lunes 7 de enero.
La Eucaristía estuvo presidida por el Obispo Monseñor Héctor Vargas Bastidas, quien destacó el rol social que cumplió el obispo emérito en vida. «Don Sergio, con particular ahínco, trabajó por las vocaciones sacerdotales y diaconales para tener un clero propio bien formado, tarea que lideró de manera personal llegando a consagrar a unos 45 sacerdotes. Creo que hasta el día de hoy le recuerdan con el cariño de hijos. De igual forma consagró a más de 40 diáconos permanentes. Dio impulso a las comunidades eclesiales de base y a la institución de ministros laicos, visitó en varias oportunidades las diversas comunidades eclesiales de la Diócesis. Ahí llegaba con ocasión de la visita pastoral o para impartir el sacramento de la confirmación en la más humilde de las comunidades», expresó el Obispo Vargas en parte de su homilía.
En la ceremonia, Monseñor Vargas estuvo acompañado de su predecesor, el obispo emérito de Temuco Manuel Camilo Vial; el obispo de Villarrica, Monseñor Francisco Javier Stegmeier; el obispo de Osorno, Monseñor Jorge Concha; el obispo de Ancud, Monseñor Juan María Agurto y el administrador apostólico de Valdivia, Pbro. Gonzalo Espina.
La emotiva eucaristía estuvo marcado también por los agradecimientos y palabras que diversas personas ofrecieron durante los momentos de oración universal y palabras finales: familiares y representantes del mundo académico, social y eclesiástico.
“Desde la Universidad Católica de Temuco venimos a despedir a un grande, a un obispo que hizo carne y vida su lema episcopal: “No he venido a ser servido, sino a servir”. El obispo Contreras fue un valiente y vigoroso defensor de la mantención de las sedes regionales de las universidades católicas, como lo era la nuestra, ello permitió la subsistencia, en un período muy difícil, de nuestra antecesora, creada hace 60 años por Monseñor Alejandro Menchaca Lira. Años más tarde, ahora a comienzos de los 90, Monseñor Contreras lideró el proceso de autonomía, no sólo de nuestra institución, sino de las tres sedes regionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile: Talca, Concepción y Temuco y, en el caso nuestro este proceso llevado con gran inteligencia por don Sergio, culmina, mediante Decreto diocesano Nº 479 del obispado de Temuco, de fecha 10 de julio de 1991, con la creación de nuestra actual Universidad Católica de Temuco. La creación de la Universidad Católica de Temuco ha sido visionaria, lo que se expresa hoy de tantas maneras, entre otras, en el compromiso de nuestra institución con los más desposeídos, con la inclusión, con el mundo mapuche y la interculturalidad, con la sociedad regional y particularmente en el sello de SERVICIO. Se va una vida que rebozó inteligencia, entereza, fuerza, valentía y servicio a los más desposeídos. Un ejemplo a seguir”, dijo el rector de la UC Temuco, Dr. Aliro Bórquez Ramírez
RESEÑA
Sergio Contreras Navia nació el 27 de abril de 1926 en Valparaíso. Se ordenó sacerdote el 21 de septiembre de 1957 y, luego de cumplir labores eclesiásticas en Ancud y Concepción, llega a Temuco a inicios de 1978 para continuar el trabajo en el obispado que dejó su predecesor Monseñor Bernardino Piñera.
Bajo este gobierno diocesano la Catedral de Temuco fue finalmente reconstruida, la que quedó dañada tras el terremoto de 1960. Monseñor Contreras colocó la primera piedra el 19 de marzo de 1981.
Uno de los acontecimientos que quedó plasmado en la retina de los regionalistas fue haber recibido al Papa Juan Pablo II el 5 de abril de 1987.
Contreras Navia también fue un aporte fundamental para el desarrollo educacional de La Araucanía. La Universidad Católica de Temuco, que era reconocida como “sede regional” de la Pontificia Universidad Católica de Chile, alcanzó oficialmente su nueva autonomía el 10 de julio de 1991, como institución erigida desde la Diócesis San José de Temuco.
Reconociendo el trascendental aporte de Monseñor Contreras a nuestra Universidad, el 23 de agosto de 2017 esta casa de estudios colocó su nombre al campus de calle Avenida Alemania 0211, ex Casa Central, en que funciona la Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales y donde su memoria y obra viven con los latidos de las actividades académicas y administrativas que se realizan en estas oficinas.
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Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales