Esta capacitación abordó la realidad actual y las mejoras necesarias a realizar para abordar el deterioro cognitivo en adultos mayores institucionalizados desde un enfoque psicosocial.
A raíz de una solicitud realizada por los profesionales del Establecimiento de Larga Estadía para el Adulto Mayor (ELEAM) de la comuna de Loncoche, la UC Temuco, profesionales de la carrera de Terapia Ocupacional de la Facultad de Ciencias de la Salud, desarrollaron la jornada “Capacitación en Tratamiento no Farmacológico del Daño cognitivo en personas mayores institucionalizadas en ELEAM de La Araucanía”.
Esta capacitación tiene como objetivo trabajar sobre el abordaje del deterioro cognitivo desde un ámbito poco tratado. En la actualidad, se conoce mucho sobre el abordaje de adultos mayores que viven en comunidad, no así en los que están internos en alguna institución o en residencias de adultos mayores. Es por esto que para realizar este trabajo se convocó a profesionales de las comunas de Melipeuco, Cunco y Loncoche, únicas tres comunas de La Araucanía que cuentan con una institución estatal a cargo de la atención e adultos mayores con deterioro cognitivo.
Michelle Lapierre, académica de la carrera de Terapia Ocupacional nos explica cuáles son los principales complicaciones que viven los adultos mayores que tienen deterioro cognitivo y que ingresan a una institución de larga estadía. “Las instituciones estatales (ELEAM) normalmente funcionan de manera estandarizada, lo que les permite tener un control muy importante de los riesgos. Para un adulto mayor, ingresar a una institución es un cambio enorme en su vida porque está regida por normas que no se consensuaron y que no fueron compartidas como sucede en la casa. Por otra parte hay un contacto mínimo con el mundo exterior y ese es el componente que más influye en la desorientación espacial y temporal. Por otra parte, hay una tendencia ha realizar actividades para los adultos mayores que pueden no ser adecuadas para las necesidades o actividades poco desafiantes desde el punto de vista de los niveles cognitivos. Existen bastantes mitos incluso dentro de los propios profesionales, por ejemplo, profesionales piensan que los adultos mayores no pueden hacer cosas nuevas, que a los 80 años no puedan algo totalmente nuevo, cuando la ciencia nos dice que sí, que es absolutamente posible”, explicó la académica.
Agrega Lapierre que “la ciencia les ha permitido saber que el cerebro está apto para adaptarse, para cambiar y ser plástico hasta el último día de la vida, en cualquier etapa del ciclo vital, por lo tanto estos adultos mayores al institucionalizarse van siendo afectados por la rigidez propia de las instituciones”.
El Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) propone que la institucionalización sea la última opción para un adulto mayor, y existe como política pública, aunque en muchos casos la institución es la única opción para las familias y los adultos mayores.
Lapierre complementa expresando que “nuestra idea es que si el adulto mayor se institucionaliza ojalá se puedan resguardar lo más posible estos otros aspectos para que también el deterioro cognitivo no se instale tan fuertemente”.
PREVENCIÓN Y MEJORAS
La académica detalla las acciones a realizar para impulsar un mejoramiento considerable en el abordaje no farmacológico del deterioro cognitivo en los adultos mayores. “La primera acción y la más efectiva es la prevención del deterioro cognitivo y esto tiene que ver con la calidad de vida que nosotros llevamos desde la infancia. La gestación ya marca la vejez que vas a tener. Desde la Facultad promovemos la salud en todas las etapas del ciclo vital y para ser un adulto mayor sano, tu debiste ser un joven sano, un niño sano, un adulto sano.
En segunda medida, considerando a los adultos mayores de hoy, uno de los aspectos fundamentales a tratar es que la modificación ambiental es trascendental, modificar los entornos de tal manera que no sólo sean entornos amigables sino que maximicen el potencial de las personas. Generar entornos que den oportunidades de explorar, de aprender, se sentirse efectivo, exitoso, de ser funcional , de no necesitar ni depender de otras personas para hacer alguna actividad.
Otro aspecto que estamos desarrollando desde la Facultad – dice- es el trabajo en base a la evidencia científica que nos dice qué sirve y que no funciona y de acuerdo al tipo de población. El rol de la Universidad en este tema va desde la utilización de la ciencia y tecnología que está disponible para actualizar y capacitar a los profesionales, es trascendental.
Hay otras acciones como por ejemplo, mejorar ciertos funcionamientos de las instituciones como dar más privacidad a los adultos mayores, más autonomía para tomar decisiones, conectarlos más con el mundo exterior, que las instituciones estén abiertas a los espacios públicos, que tengan relaciones con otras comunidades, todos estos elementos contribuyen de manera beneficiosa a la salud de los adultos mayores que viven en instituciones” finalizó Lapierrre.
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Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales